viernes, 1 de noviembre de 2013

Autómatas


Autómatas


En esta entrada quiero haceros pensar un poco de porque algunas cosas que no queremos suceden y otras que sin embargo no desearíamos nunca y suceden. Hacer memoria, y pensar cuantas malas decisiones habéis tenido y los malos ratos que os ha hecho pasar, pero también recordar las buenas decisiones, aquellas en la que salisteis con el pecho engrandecido y orgullosos de vuestra decisión...Ahora os dejo la siguiente pregunta ¿Creéis que si no os hubieran pasado vuestra vida sería igual?.

Pensarlo por un segundo, seguramente la mayoría me respondería "Claro que no", muy seguros de su respuestas, y probablemente acierten, pero realmente saben porqué no sería igual su vida. Yo creo que no.
Yo creo que estas personas saben que sus vidas no serían igual porque les sonará la teoría del "efecto mariposa" -aquella que dice que puedes cambiar la historia de la evolución por el simple hecho de matar una mariposa en la época cretácea-. Eso es cierto, sí, pero hay un mayor trasfondo en el pensamiento de las personas y en lo más íntimo. Me explico.

Esta demostrado que los animales son capaces de mecanizar movimientos, emociones, sentimientos, acciones, instintos... mediante estímulos, es decir que los seres humanos al ser animales también poseemos esa capacidad de mecanización. Los seres humanos supuestamente somos los únicos animales que poseen la capacidad del pensamiento racional y ahora os digo, al igual que podemos mecanizar comportamientos, sentimientos, emociones ¿Podríamos mecanizar este pensamiento "racional"?. Pues yo creo que sí, que este pensamiento "racional", que es aquel que toma las decisiones que vamos escogiendo a lo largo de nuestra vida, se va mecanizando.

Todos las decisiones y momentos que hemos ido viviendo y tomando a lo largo de nuestra vida sirven para ir mecanizando nuestro pensamiento racional, haciendo que cada vez sean más parejas o similares unos a los otros.

Pero claro, si este pensamiento "racional" se mecaniza dejaría de ser racional ¿No?. Pues no, porque el pensamiento posee la capacidad de ser variable, es decir, que enfrente de una misma mecanización producida por un estímulo, podemos actuar de maneras diferentes, pero siempre con un mismo objetivo final. Se podría resumir en que la mecanización te hace saber elegir el final, pero nosotros somos capaces de elegir el camino. A lo mejor con esto que os acabo de decir creéis que me opongo a la existencia del Destino, pero no, al contrario, la complementa.

Para que lo entendáis mejor os pongo un ejemplo. Imaginarse dos puntos, uno de partida y otro final entre ellos una línea recta que los une, esta línea es el Destino, nosotros debemos llegar de un punto a otro. Lo lógico sería que cada uno fuera directamente por la línea recta que los une, pero ocurre que al ser seres racionales tenemos la capacidad de poder desviarnos de esa línea recta, que estas desviaciones las podríamos traducir por ejemplo cuando nos dejamos influir en nuestras decisiones, sabiendo que son decisiones erróneas, cuándo sientes que no es lo correcto pero aún así o haces, esos casos son aquellos que nos alejan realmente de nuestro camino. Pero como la vida es sabia, eso hace que cree un proceso de mecanización que sirve para que no vuelva a suceder y escojas las decisiones correctas que te lleven por el camino recto del Destino. Estas decisiones serán más fáciles o más difíciles, pero al ser correctas te llevarán por donde realmente puedas disfrutar de la vida. Es muy simple, cuanto menos distancias recorras de un punto a otro, menos cansado vas a llegar al objetivo final y mejor vas a llegar.

Es por eso que ahora os digo que seáis vosotros quién guíe vuestra vida no os dejéis llevar por las circunstancias. Equivocarse y dejar que la mecanización del pensamiento actúe, pero darse cuenta de ello, no os dejéis influir por nadie ni nada, ser vosotros a la hora de decidir, que cuanto más decidáis vosotros más recto será vuestro camino y más disfrutaréis tanto de él como del final.

"Una vida sin pensamiento es cómo un barco sin capitán"





lunes, 12 de agosto de 2013

Echa el rato, vive el momento.

Echa el rato, vive el momento


Para empezar quiero que primero leáis la entrada antes de juzgar por el título. Empecemos.

A lo largo de nuestra vida todos y cada uno de nosotros padecerá el sentimiento de un afecto muy cercano con alguien. Con ese alguien viviremos muchas experiencias que serán inolvidables tanto buenas cómo malas, con ello se habrá ganado un lugar muy importante para nosotros en nuestra vida porque por muchos problemas que hayamos pasado, hubo al menos una vez que asemejamos un sentimiento parecido a la felicidad con ese alguien. Ese alguien nos dejó o lo dejamos de lado debido a ciertas circunstancias, que aunque lo asumimos con naturalidad es inevitable que alguna que otra vez nos invada un sentimiento de nostalgia o arrepentimiento debido a esos "malditos" buenos momentos (Pongo "malditos" debido a que son la principal causa de el sentimiento de arrepentimiento o nostalgia). Entonces como una vez nos hizo creer que eramos felices lo percibimos como un buen recuerdo y por tanto se queda grabado en nuestra memoria.

Es aquí cuando empieza el problema. Tenemos a esa persona clasificada como alguien, que como ya dije, en algún momento nos hizo creer que eramos felices con ella, cuando lo cierto es que no lo eramos, tan solo fue desafortunado momento. Este momento puede ser de minutos hasta años, y digo desafortunado porque es un espacio de tiempo en el que las delgadas líneas de amor (El verdadero como el que se tiene a un hermano, no el amor que llaman hoy en día con cualquiera) y línea de ocio, esa que están todas las cosas que nos hace pasar un buen rato (no momento), por desgracia se cruzan y siguen una misma dirección con mismo sentido.

En este cruce es cuando se forma el asunto, ya que nos confunde y enmaraña todos los sentimientos que llevan esas líneas de amor y ocio, pudiendo ponerlos en lugares distintos y causar el gran problema que es hacernos creer que todo lo que nos hace pasar un buen rato es un buen momento. Y como todos los buenos momentos se quedan grabados en nuestra cabeza.

Pero lo realmente malo no es el problema, son las consecuencias que hay después de él. Porque durante el problema, que sería cuando se juntan las dos líneas nosotros no nos damos cuenta de lo que esta sucediendo, solo nos damos cuenta cuando el problema se acabó. Cuando intentamos echarlo de nuestra mente y no podemos debido a que se grabó como un buen momento.

Aquí es cuando llegan esos sentimientos que nombre anteriormente, nostalgia, culpabilidad, arrepentimiento... Sentimientos que nos hacen perdernos nuestro presente y con ello todas las oportunidades de vivir verdaderos buenos momentos, debido a que solo se ciernen a un pasado que por casualidad nos hizo errar y confundir dos cosas que jamás debemos mezclar, amor y ocio.

La solución a todo esto es muy simple teóricamente aunque muy difícil en la práctica. Es cerrar tu pasado, entender que es algo que ocurrió en tu vida y te hizo aprender y disfrutar un rato pero que no es un momento, que sea algo que recuerdes pero que no añores.
 Para esto hay que pasar muchos malos tragos contigo y con los demás, aunque la recompensa de esto es una vida más plena y paz mental que muchos deseamos pero que realmente pocos consiguen.

Recuerda que buenos ratos hay muchos y con muchos pero buenos momentos hay pocos y con pocos. Aprende a diferenciar entre esos muchos y pocos.

"Muchas cosas pasan pero pocas quedan"




domingo, 31 de marzo de 2013

Ojos que no ven...Imaginación al poder

                  Ojos que no ven... Imaginación al poder.

Todos conoceréis la expresión "ojos que no ven corazón que no siente" pues os pido que reflexionéis un momento, pensarlo.
Cuantas veces os ha pasado que una persona de "confianza" (Puesta entre comillas debido a que si fuera de confianza plena esto no ocurriría), o no hace falta que sea de confianza solo que te importe algún mínimo, habéis estado haciendo cualquier cosa y tenías la sensación de que os ocultaba algo, que estaba contigo pero tenía la cabeza puesta en otro lado, o que simplemente te mentía.Cuantas veces esa persona estaba lejos y tenias el presentimiento de que algo iba a ir mal.

Todos hemos tenido esa sensación alguna vez, y a más de uno seguramente le habrá causado más de un problema.Pues yo os dejo mi opinión respecto al asunto.

Al ser una persona importante para ti, creamos en nosotros una "idea" de posesión sobre ella, la cual es inexistente, y es la que nos hace reaccionar cuando esa "idea" de posesión intuye que puede ocurrir algo que la haga desaparecer. Es muy simple, esa sensación de miedo es un anticipo de lo que sentiremos más adelante si esa "idea" de posesión desaparece, nos prepara para un posible futuro cambio en nuestras vidas, de algo que creíamos nuestro a algo que se queda en nada.

Pero realmente ese no es el auténtico problema. El problema verdadero es lo que ese miedo nos hace imaginar, me explico con un ejemplo y que cada uno lo transforme en su caso.

Nosotros tenemos el caramelo más sabroso del mundo pero eso solo lo sabes tú y ese caramelo es tuyo y todos saben que es tuyo. Ahora ese caramelo lo dejamos en una habitación por donde puede pasar todo el que quiera y te vas. Lo primero que piensas es "El caramelo esta donde lo deje" por ahora bien no hay problema, pero ese primer pensamiento es el que desencadena los otros que si lo son. Ahora llega el momento de los "Y si...", en ese instante todo lo habido y por haber que le pueda ocurrir al caramelo se te pasa por la cabeza, después de eso viene el agobio de pensar si el caramelo esta en su sitio seguido sucesivamente de el pensamiento de que "Ya no..." lo veras, disfrutaras, comerás... etc. Todos esos pensamientos crean un mal estar general y un saturación mental que sobrepasa a cualquier persona.
 Al volver nos damos cuenta de que el caramelo sigue ahí, que no le ha pasado nada, y piensas ¿Todo lo mal que lo he pasado para qué? Te lo digo yo, en ese momento para nada, pero imaginate que no estuviera ¿A que ya no sería tan de sorpresa? ¿A que ya no te costaría asumir tanto su pérdida? Pues ese sentimiento tan desagradable lamentablemente es necesario para nosotros.

La diferencia esta del que lo sabe asumir y el que no, el que aunque lo pase mal sepa que eso a la larga le hará bien y que siempre en todo momento, por desgracia, nos arriesgamos a perder lo que queremos.Por eso os aconsejo que disfrutéis el momento que no estáis imaginando, que cuando estas con lo que quieres lo sepas aprovechar al máximo pero con la idea de que tarde o temprano, se irá y que lo asumas y que esa idea no sea un estorbo si no una ventana a la realidad.

Por último querría modificar la cita que hice referencia al principio dándole un sentido más ligado a la realidad, "ojos que no ven, corazón que se prepara"

"Saber amar es saber sufrir"
 

viernes, 25 de enero de 2013

¿Merece la pena?

¿Merece la pena?


Todos lloramos de algo, de alegría, de miedo, de sufrimiento, de amor, de pena.., pero la cuestión es ¿Por qué lloramos?

Los científicos dicen que llorar es un mecanismo de defensa que nos vuelve sumiso, es decir nos inhibe de los comportamientos agresivos, otros dicen que libera sustancias des-estresantes y sirve de relajación. Luego llegan los más literarios y dicen que el llanto tan solo es un grito del alma, o un deshago del corazón, de todas las maneras a todos nos alivia llorar. Pero, ¿Lloramos por lo realmente necesario?

Yo voy más allá del simple llanto producido por lo físico, es por lo que expresamos por las emociones, es por aquellas cosas que nos hacen nudos en la garganta, presión en el pecho y pensamientos que nos causan más de un sentimiento de culpabilidad.

A lo largo de mi corta vida he ido aprendiendo que en esta vida la mayoría de las cosas que pasan por ella solo son duraderas, algún día llegarán a un fin, simplemente se acabarán. A ninguno nos gusta que nada bueno termine pero es inevitable, por ello digo, ¿Y si le damos más importancia de la que se merecen?

Luego están los que lloran porque solo ven el final y no disfrutan durante su uso, esos son los peores. No seáis tontos, no desperdicies el tiempo lamentandote de que se va a acabar, si no disfrútalo porque tarde o temprano todo llega.

Realmente no hay porque sufrir por algo que ya se sabe que va a terminar, pero aún así nos centramos en que es infinito, que no tienen un fin o que queda mucho para que ocurra cuando a lo mejor su final está más cerca de lo que creemos. Es eso lo que nos hace sentir mal, lo improvisto, lo inesperado...Necesitamos un periodo de adaptación para el cambio, del poseer al desear.

Este cambio es duro, debido a que somos seres egoístas y más en nuestra época, y nos cuesta asimilar algo que no nos gusta como es el perder. A lo mejor lo que perdemos antes era algo insignificante para nosotros pero como ahora no lo tenemos se vuelve una tragedia. Esto es solo un simple hecho de hasta donde alcanza la estupidez humana, de lo caprichosa e desidiosa que es nuestra especie.
Ahora es el momento cuando lloramos, cuando ya se fue...No lloramos por luchar a que se quede, si no esperamos que se vaya y después intentamos recuperarlo, que absurdo.

Y ahora es cuando os digo yo, si no te importo antes ¿Por qué te va importar ahora? Yo creo que lo que deberíamos ser más imparciales con nuestro afecto, no porque no lo vuelvas a tener tiene que ser más importante y darle más valor que se merece. Es difícil controlar esos sentimientos de cariño y deseo que todo el ser humano posee, pero que si conseguimos controlar y regarlarselo a lo que verdaderamente es necesario, es cuando llevaremos mucho mejor el trayecto de la vida.

¿Merece la pena derramar tantas lágrimas?

"Sufrimos más por lo que imaginamos que por lo que sentimos"